Para averiguarlo, la NASA envió el rover Curiosity a Marte. Curiosity es el robot más grande aterrizado en otro planeta. Es del tamaño de un pequeño todoterreno.
Debido a que Curiosity es tan grande, también tiene ruedas más grandes que los rovers anteriores. Esto le ayuda a rodar sobre las rocas y la arena sin quedar atascado. Sin embargo, en un largo día de conducción, sólo viaja unos 660 pies.
La curiosidad aterrizó en Gale Crater. Este cráter es especial porque tiene una montaña alta en el medio. La montaña tiene muchas capas de roca. Cada capa está hecha de diferentes minerales de diferentes períodos de tiempo. Estos minerales podrían decir a los científicos acerca de la historia del agua en Marte.
Una imagen cercana de Gale Crater, desde arriba. |
El rover utiliza muchos instrumentos científicos para estudiar las rocas en el cráter Gale. Curiosity usó su taladro para hacer un agujero en una roca que alguna vez fue barro en el fondo de un lago. Uno de sus otros instrumentos estudió el polvo perforado de la roca. Esta información ayudó a los científicos a aprender que el cráter de Gale tenía componentes que la vida antigua habría necesitado para sobrevivir.
Un agujero en la roca marciana perforada por Curiosity. |
Los científicos enviaron Curiosity a Marte para medir muchas otras cosas, también - incluyendo la radiación. La radiación es un tipo de energía que puede provenir del sol. Viaja en ondas de alta energía que pueden ser dañinas para los seres vivos. Curiosity encontró que Marte tiene niveles altos y peligrosos de radiación. La NASA usará los datos de radiación de Curiosity para diseñar misiones para ser más seguras para los exploradores humanos. Curiosity trajo 17 cámaras al Planeta Rojo, más que cualquier otro rover. Usa algunas de sus cámaras para tomar fotos de su viaje. Las cámaras también actúan como los ojos de Curiosity, ayudándola a detectar y alejarse del peligro. Una de las cámaras de Curiosity, al final de su brazo robótico de 7 pies de largo, actúa como una especie de "stick selfie". ¡Ella puede sostener la cámara dos metros lejos y tomar un selfie para enviar a la tierra!
Un autorretrato de Curiosity en una duna de arena marciana. En este sitio, utilizó instrumentos para recoger y estudiar muestras de arena. |
Motivos por los que Curiosity es nuestro robot espacial favorito
Se cumplen cinco años terrestres (que no marcianos) desde la llegada del 'rover' a Marte. Cinco años en los que el vehículo de la agencia espacial estadounidense se ha ganado el corazón de la comunidad científica no sólo por su contribución a la ciencia sino por haber mostrado un carisma poco común… en un robot explorador.
El 'rover' ha superado con creces los dos años para los que fue concebido en un primer momento. Una vez superada la misión nominal, la NASA dio vía libre para que las operaciones continuaran durante dos años más.
Curiosidades, descubrimientos y otros logros de Curiosity nos han hecho amar al vehículo con mucha fuerza. Tanta, que le dedicamos esta lista de nueve puntos por los que se ha convertido en nuestro explorador favorito de todo el sistema solar.
Sobrevivió a "siete minutos de terror"
Aterrizar en Marte no es fácil. Pocas naves lo han conseguido y ningún 'rover' tan grande como Curiosity se había posado sobre la superficie marciana. Para hacerlo, la nave se tuvo que valer de una técnica llamada 'sky crane' (algo así como grúa aérea) cuya maniobra fue bautizada por la NASA como "siete minutos de terror".
En ese lapso de tiempo, Curiosity tiró de un paracaídas para aminorar su velocidad, se valió de un escudo término para atravesar la fina atmósfera marciana y, cuando hubo frenado lo suficiente, puso en marcha una especie de grúa voladora. Con un conjunto de motores, la nave se posó de manera suave antes de que esa grúa que la había desplegado se alejara para estrellarse en un lugar lejano. Un millar de personas se reunió en Times Square para ver el aterrizaje y hasta Barack Obama, presidente de Estados Unidos, llamó al equipo de la misión para felicitarles por su logro.
Toma decisiones por sí mismo
Hace unas semanas, la NASA anunció que el 'rover' había recibido una actualización de 'software' que le permitía escoger qué rocas quería estudiar. Esta 'inteligencia' le permite identificar los objetos que quiere estudiar y a los que dispara el láser con el que viaja. El por qué detrás de esta decisión es sencillo: debido al retraso en las comunicacioes entre la Tierra y Marte, la cantidad de experimentos que se pueden ejecutar con esta maniobra es mayor.
En el momento de actualizarse, Curiosity había disparado ese láser en 350.000 ocasiones. Cada disparo descompone el suelo de Marte lo que le permite estudiar su composición gracias al vapor que generan los materiales descompuestos.
Ha hecho buenas migas con Philae
Ha sido uno de esos momentos en los que se te encoge el corazón. La ESA ha dejado de buscar a Philae, la sonda que aterrizó en el cometa 67P y de la que se perdió el contacto pocos minutos después. La misión Rosetta está a punto de llegar a su fin, lo hará en septiembre, y la Agencia Espacial Europea ha finalizado los intentos de revivir la pequeña nave.
Es el primer DJ espacial
El día que Curiosity celebraba su primer aniversario, la NASA decidió convertir el 'rover' en un vehículo todavía más especial. Lo hizo al enviar el cumpleaños feliz a través de su red de comunicación con Marte de manera que el vehículo lo reprodujo. Solo. A 300 millones de kilómetros de la Tierra.
Al hacerlo, este pequeño laboratorio con ruedas se convirtió en el primer DJ en 'pinchar' un tema en otro planeta. En aquel primer año, la Curiosity capturó 70.000 imágenes y disparó su láser en 75.000 ocasiones para llevar a cabo todos los experimentos programados desde casa.
Y también es adicto a los selfies
Es una enfermedad muy extendida desde que las cámaras frontales de los móviles se convirtieron en un elemento habitual de nuestro día a día. Curiosity lo tiene algo más complicado para hacerse una foto a sí mismo sin que se vea su brazo robótico pero no es un problema que los expertos en tratamiento de imagen de la NASA no puedan resolver.
El 7 de septiembre de 2012, Curiosity sacaba el primer selfie hecho en otro planeta, una imagen que es el resultado de varias instantáneas para que no se vea el brazo mecánico del 'rover'.
Tiene el tamaño de un Mini
En comparación con las primeros 'rovers' que exploraron la superficie de Marte, Curiosity tiene un tamaño considerable. Se podría comparar a un pequeño vehículo aunque algo más alto de lo normal: tiene unos tres metros de largo, 2,7 de ancho y 2,2 de alto.
La imagen sobre estas líneas sirve de comparación para comprobar que el robot supera, de largo, a las otras máquinas enviadas por Estados Unidos hasta el planeta. Este tamaño también influyó en el peso de la nave, cerca de 900 kilos, y que obligó a ese sistema de aterrizaje tan complicado descrito en el primer punto.
Viaja con una escoba (y un taladro)
Uno de los objetos que el robot transporta es una especie de escoba que le permite limpiar el polvo de las rocas para que los científicos puedan investigar mejor la composición del suelo del planeta.
El robot también cuenta con un pequeño taladro para recoger muestras que se encuentran a mayor profundidad. Y lo hace con un aparato que se encarga de recoger el polvo que se genera cada vez que hace un agujero. Ojalá tuviéramos uno de estos en casa.
Ha doblado su misión nominal
En un principio, Curiosity se diseñó para permanecer en activo durante dos años. Pasado ese primer periodo de trabajo, la agencia estadounidense dio luz verde para que la misión se extendiera otros dos años, laps de tiempo que ha cumplido con creces y con el que se ha ganado otra extensión de dos años.
Las ruedas de la Curiosity ya muestran los efectos del trabajo en Marte. (NASA) |
Pero el tiempo no pasa en balde para el vehículo. Las ruedas comienzan a mostrar las primeras marcas de deterioro aunque ello no ha impedido el correcto funcionamiento de la misión. La mayoría de los desperfectos se produjeron durante 2013, cuando atravesó una zona muy abrupta. La NASA ha calculado que, una vez que se rompa una de las marcas en zig zag que se puedan apreciar sobre estas líneas, las ruedas habrán alcanzado el 60% de su vida útil.
Sabe código Morse
Uno de los problemas a los que se enfrentó Spirit, y que dejó al 'rover' atrapado en las arenas de Marte, fue la ausencia de agujeros en las ruedas que le permitieran filtrar la arena por la que se movía. Por ello, el JPL y la NASA acordaron incluir unas pequeñas aberturas en las ruedas para evitar este problema.
El JPL quería que esos agujeros fueran las iniciales de la institución, pero la NASA se negó. ¿Cómo lo incluyeron? Pusieron las letras en código Morse, lo que ha provocado que las iniciales se hayan estampado en el planeta rojo en innumerables ocasiones a lo largo de estos cuatro años.
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